¡hasta la victoria contra el imperialismo y por la patria!

Camarada Raúl Reyes, tu sacrificio no ha sido en vano

Por: Núcleo caribeño del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia

La muerte en combate del compañero Raúl Reyes, comandante del secretariado de las FARC-EP junto a la de varios combatientes, ha causado profunda conmoción en los corazones de todos nosotros, revolucionarios, hombres y mujeres del pueblo llano, que luchan por un mundo justo para todos, y para quienes ven en las FARC- EP, la expresión más genuina del valor del pueblo colombiano enfrentado desde siempre a la oligarquía y al imperio más cruel que jamás haya existido.

Raúl Reyes, dedicó su vida y esfuerzos a la búsqueda de la paz de Colombia desde la lucha guerrillera, así como en diversos escenarios  públicos como los diálogos del Caguán. En todas las facetas de su lucha diaria dio ejemplo del más alto eslabón humano, el de revolucionario: por su humanismo, su franqueza, ideas justas y voluntad para transformar el presente.

Quiso dejar hecha la patria con la que todos soñamos: libre, digna, sin terrorismo de estado, sin criminales arrodillados a Washington como el narcoparamilitar de Uribe Vélez, que creen que la paz en Colombia se hace masacrando a motosierra e invirtiendo en la guerra los recursos de la salud, la educación, la vivienda y recreación del pueblo colombiano. Su ejemplo fortalece dentro de nosotros el espíritu revolucionario, luchador y bolivariano que aprendimos de él.
 
Por eso hoy acompañamos al pueblo colombiano en esta sensible pérdida para el movimiento revolucionario latinoamericano y del mundo, con la plena certeza de que su ejemplo vivirá en la memoria de nuestros pueblos y será fuente imperecedera de inspiración, fortaleza y sacrificio para las nuevas generaciones.

Raúl vivirá en cada sueño y cada acción rebelde que realicemos en el camino de la lucha por la paz con justicia social, esa lucha “por la vida misma”.

Son muchas las personas muertas en el marco de la confrontación social y armada en Colombia; son muchos los revolucionarios que han ofrendado su vida a lo largo de nuestra historia. Y muchos lo seguirán haciendo.  El derramamiento de sangre desafortunadamente continuará hasta que las hienas de la oligarquía y el imperialismo  calmen su obsesión de oprimir al pueblo. Pero la violencia presente no será futuro. Hoy estamos tristes, pero hay moral y entereza ideológica, la lucha no ha sido fácil, nunca lo es.

Transformando el dolor en energía revolucionaria, estamos dispuestos a seguir la tarea emprendida, con trabajo y dedicación, a continuar ese proyecto de vida colectivo que motiva: la construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores.

Raúl Reyes junto a los demás combatientes caídos el 1 de marzo del 2008, entra, fusil al hombro, a ese panteón de ejemplos, a servir de inspirador para las nuevas generaciones de luchadores: ¡hasta la victoria contra el imperialismo y por la patria!

Camarada Raúl Reyes, tu sacrificio no ha sido en vano.